
A doña Irene Pardo, la conocen como la tía Irene en el barrio Belencito Corazón, en la comuna 13. Y es que para muchos de sus vecinos es como parte de la familia: esa tía consentidora y amorosa que llega con regalos y buenas noticias a donde va.
Cuando llega la Navidad, los niños del barrio y de otros sectores cercanos esperan con ansías la llegada de las novenas, porque así podrán recibir de las manos de la tía Irene el ya acostumbrado regalo y refrigerio.
400 niños atiende doña Irene durante las novenas navideñas.
Doña Irene Pardo, de 63 años, lleva 34 celebrando la Navidad a niños de escasos recursos. Hace las novenas, y a aquellos que asisten les da refrigerio, regalos y una muda de ropa.
A esta actividad la llamó ‘Navidad en el corazón’. Comenzó con 20, y este año se alista para atender a más de 400 pequeños de varios sectores vulnerables de la ciudad durante las novenas.

“A mí me nació esto porque vi que en el barrio había muchos niños que nunca tenían nada en Navidad, ni un regalo ni nada. Nosotros tampoco teníamos mucho, pero podíamos darle buenos juguetes a mis hijos. Cuando empecé, les regalaba de a juguetico de 200 pesos”.
Cuenta doña Irene.

Hace unos años, también trasladaron esta buena obra hacia Salgar y Betulia, donde hay más de 100 niños que se beneficiarán. Pero no es solo la Navidad, hace 15 años también le celebra la primera comunión y el bautismo a niños cuyas familias no les pueden costear una fiesta.
Ahora cuenta que, cuando sale a la calle, hay mucha gente que la saluda y ella no reconoce, y es que no es para menos, pues muchos de los niños que fueron a sus novenas, ahora ya son adultos y llevan a sus propios hijos a las actividades.
Además, en el camino ha encontrado apoyos por parte de estos mismos niños. Una mujer que le dona muchos regalos y refrigerios, y el padre que le celebra las primeras comuniones y los bautizos fueron parte de su grupo de pupilos.
Todo viene de las manos de la Tía Irene
La preparación para los eventos le toma a doña Irene todo el año, pues no recibe ayuda de nadie más que su familia y sus vecinos, por lo que hace rifas, bingos y vende alimentos para ir costeando los gastos.
“Los sábados hago empanadas, pasteles de pollo, también vendo salchipapas, patacones, arepas con carne, cerveza y cremas. Antes las vendía en la calle, pero cuando llegó la pandemia mis hijos me prohibieron trabajar, y yo les dije que no podía hacer eso porque cómo iba a comprar las cosas para los niños, entonces ahora las vendo desde mi casa”.
Expresa.
Reconoce que con el tiempo se ha hecho difícil recoger los recursos y este año se vio a gatas para comprar los regalos. “A mí me gusta regalarle a los niños ropa y juguetes buenos, que les duren bastante”, dice doña Irene.

/FOTO: ALEJANDRA MORALES RÍOS
Su familia es su principal apoyo: su hermana, sus sobrinas, sus hijos y su esposo se levantan muchas veces con ella en la madrugada para preparar los refrigerios, y están al frente de la organización de las novenas.
Sueñan con crear la fundación ‘Navidad en el corazón’, así que si usted se quiere unir y apoyar este deseo de ayudar a más personas llame a Irene al 304 5226089.
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