Melisa Malo Gausdal no sabe ni una sola palabra de español, pero le ha tocado empezar a aprender para rastrear sus raíces: aunque nació en Medellín, a los pocos meses de vida fue adoptada por una pareja de Noruega y ahora ha emprendido una difícil travesía para encontrar a alguno de sus familiares en la capital paisa.
Cuando empezó la búsqueda activamente, hace casi 10 años, Melisa, de ahora 36 años, recibió de parte del Icbf unos escuetos documentos en los que se explicaba que su madre, solo identificada como ‘señora Grisales’, había llegado al Centro Zonal #3 de la ciudad el 15 de agosto de 1986, solicitando ayuda para ella y la pequeña que cargaba en brazos, de apenas unos meses de edad. Los funcionarios le solicitaron que esperara mientras lograban atenderla, pero ella le pidió a otra mujer que se la cuidara mientras iba a hacer una vuelta y nunca regresó.
1986 fue el año en que Melisa Grisales nació en Medellín.
Inmediatamente, la niña fue dejada al cuidado del Icbf y registrada como Melisa Grisales, pues no tenía ningún documento a su nombre. Una semana después, la mujer llegó, pero esta vez al Centro Zonal #1 (al parecer en el sector de Prado), en el que contó que trabajaba en una casa de familia, pero no podía dar más explicaciones al respecto, y se marchó. Desde entonces, nadie más preguntó o reclamó a la pequeña Melisa, de quien presumían, tenía unos 6 meses de edad.
“Yo siempre he tenido curiosidad por mi origen, porque cuando me miraba al espejo veía que no era como los otros. Siempre quise saber más de mi historia porque no conozco nada. Incluso yo siempre he celebrado mi cumpleaños el 1.° de junio, pero ni siquiera tengo certeza de que ese fue el día en que nací”.
Dice Melisa.
Sus padres adoptivos nunca le ocultaron de donde era, e incluso, cuando ella tenía 4 años, viajaron a Colombia a adoptar otro niño. A pesar de que lo ha tenido todo junto con su familia, los rastros de sus orígenes en su piel y sus ojos no han dejado de cuestionarla desde que era muy joven, pese a que casi no tiene información.
“Yo creo que esta en la naturaleza de todos los seres humanos querer saber su historia. No importa si se ha tenido una buena vida, porque yo tengo a mis papás acá en Noruega y los amo, pero me encantaría saber de dónde vengo, porque es como una pieza perdida de mi rompecabezas”.
Ya ha venido varias veces a Colombia, con la ayuda de varias agencias, pero no ha hallado nada que la ayude; sin embargo, ese camino le ha dejado cosas muy bonitas, pues conoció al que ahora es su esposo en medio de la búsqueda, ya que él también es un noruego que buscaba a sus padres biológicos en Cúcuta. Curiosamente, ahora Melisa trabaja para los servicios sociales de su país, ayudando a familias con necesidades.
Aunque a veces quiere desfallecer, pues no ha encontrado mayor información, continúa con la esperanza de que algún día pueda conocer a su familia y encajar esa pieza en el rompecabezas de su vida.
“Cuando me miraba al espejo veía que no era como los otros, por eso siempre quise saber más de mi historia”.
Melisa Malo Gausdal, busca a sus padres,
Si usted conoce alguna información que pueda ayudar a Melisa Malo en la búsqueda de sus familiares puede comunicarse al número 321 3497321.