Darío Restrepo busca a su familia en Antioquia

Hace más de una década Darío Restrepo no sabe nada de sus 8 hermanos.

Darío Restrepo
Darío Restrepo Berrío, quien al igual que sus hermanos, nació en San Luis, Antioquia, está radicado en Dosquebradas Risaralda hace varios años. /FOTO: CORTESÍA

Darío Restrepo Berrío busca con ansias a sus hermanos, a quienes no ve hace alrededor de una década.
Su familia nació en San Andrés de Cuerquia, pero él hace varios años decidió irse para el Eje Cafetero a buscar suerte.

Romelia, Edilberto, Jesús Emilio, Ofelia, Rosalba, Camilo, Celina y Ramiro son los nombres de sus hermanos. La menor, Celina, según calcula, puede tener alrededor de 60 años de edad.

69 años tiene Darío Restrepo, quien hace una década no ve a su familia.

¿Dónde viven sus hermanos?

Asegura que desconoce si alguno de los integrantes de la dinastía Restrepo Berrío ha fallecido y con esfuerzo recuerda dónde vivían.

“Unos viven en la vereda Sopetrán, de San Luis; otros en Medellín; otros en Envigado y unos cerquita al Ciclista, en la entrada para La Estrella”, recordó.

Indicó que perdió contacto con ellos y por intermedio de un vecino, que lo estima, acudió a Q’HUBO, convencido de que una publicación en este medio, puede ser el puente para encontrar su familia.

Tiene quebrantos de salud

Carlos Agudelo, quien es su vecino en Dosquebradas, Risaralda, donde vive, contó que Darío fue operado de la vista y en los últimos días ha tenido serios quebrantos de salud, de cuenta de los pulmones.

“Un vecino que tiene una pieza le arrendó la habitación, pero él anda sin empleo y se la rebusca buscando aguacates”, reveló Carlos.

Agudelo ha intentado liderar la búsqueda de su familia, consciente del papel que juega esta en cualquier ser humano.

Uno trata de ayudarlo, es duro ver al hombre por ahí sin familia, llegar a la vejez solo debe ser doloroso, uno a esa edad y sin para donde echar”, agregó.

Según revelaron sus vecinos, Darío llevaba varios años viviendo en una habitación que tenía arrendada en una casa, pero los propietarios de la misma la solicitaron, por lo que la persona que le tenía cedido este cuarto, se la tuvo que reclamar.

Lo anterior, lo obligó a salir de allí sin rumbo fijo. Al verlo parado en una esquina, sin para dónde agarrar, otro de los habitantes del sector, quien lo reconoce como una persona de bien, decidió alquilarle una habitación, para no dejarlo a la deriva.

Darío dice que tiene la esperanza de que su familia lo va a buscar. “Qué bueno que se den cuenta de uno, que me llamen”, suplicó.

304 359 10 28 Es el número de Darío, para que su familia se ponga en contacto con él.

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